Actividades de juego ideales para niños de 18 meses: cómo potenciar su desarrollo desde casa
- Kristina de la Mata
- 16 may
- 4 Min. de lectura
A los 18 meses, tu hijo o hija se encuentra en una etapa de descubrimiento constante. Todo lo que toca, escucha, prueba y repite está moldeando su cerebro, sus habilidades comunicativas y sus destrezas motoras.
Es un momento clave para fomentar un desarrollo saludable, y una de las maneras más efectivas de hacerlo es a través del juego.

En Caparra Speech Clinic, creemos firmemente que el juego no solo es una forma de entretenimiento, sino también una herramienta terapéutica poderosa. A través de actividades lúdicas bien dirigidas, es posible estimular el lenguaje, la motricidad fina y gruesa, la socialización y la comprensión del entorno.
Hoy queremos compartir contigo ideas prácticas y sencillas para estimular el desarrollo de tu hijo de 18 meses desde casa.
¿Por qué es importante jugar a esta edad?
Entre los 12 y 24 meses se produce un crecimiento exponencial en el desarrollo cognitivo, sensorial y del lenguaje. A los 18 meses, los niños y niñas:
Comienzan a usar palabras con intención.
Imitan gestos y sonidos.
Señalan lo que desean.
Pueden seguir instrucciones simples.
Disfrutan de juegos de causa y efecto.
Muestran curiosidad por explorar y probar nuevas texturas o movimientos.
El juego es, en esta etapa, una vía natural para adquirir habilidades fundamentales. Pero no todos los juegos tienen el mismo impacto. Es importante ofrecer actividades que estimulen de manera intencionada los sentidos, el movimiento y la comunicación.
Actividades recomendadas por área de desarrollo
1. Lenguaje y comunicación
A esta edad, los niños están comprendiendo cada vez más palabras, aunque aún usen pocas verbalmente. Estas actividades pueden ayudarte a fomentar su comunicación:
Lectura interactiva: Usa libros con texturas, solapas o ilustraciones claras. Haz preguntas sencillas: “¿Dónde está el perro?”, “¿Qué hace la vaca?”. Imita sonidos y usa gestos.
Canciones con movimiento: Canta canciones como “Los pollitos dicen” o “Estrellita, ¿dónde estás?”. Usa gestos y permite que el niño los imite.
Juegos de imitación con objetos cotidianos: Un teléfono de juguete, una cuchara o una escoba pueden ser oportunidades para crear pequeños diálogos o juegos simbólicos.
2. Motricidad gruesa
Es esencial fortalecer músculos grandes del cuerpo para caminar con seguridad, subir escaleras, correr o saltar.
Caminar sobre distintas superficies: Usa alfombras con textura, césped o arena (si tienes acceso). Esto estimula el equilibrio y la percepción sensorial.
Empujar y jalar juguetes con ruedas: Carritos, coches o cajas de cartón ayudan a que el niño controle la fuerza y mejore la coordinación.
Subir y bajar pequeños obstáculos: Almohadas o bloques grandes de espuma son ideales para practicar subir, bajar y mantener el equilibrio.
3. Motricidad fina
Las manos están descubriendo el mundo: abrir, cerrar, insertar, lanzar y apretar.
Juegos de encajar piezas: Rompecabezas grandes de madera, aros de colores o cajas con formas para insertar figuras.
Transferencia de objetos: Usa recipientes y cucharas para pasar arroz, frijoles grandes o bolas de algodón de un lado a otro.
Pintura con dedos: Además de ser divertido, ayuda al desarrollo sensorial y la coordinación ojo-mano.
4. Juego simbólico y social
A esta edad los niños comienzan a imitar comportamientos y situaciones cotidianas, lo que indica que están desarrollando comprensión social y habilidades de interacción.
Juego de cocina o limpieza: Puedes crear una “mini cocina” o permitirle ayudarte con una esponja y agua.
Muñecos y animales de peluche: Fomentan el juego simbólico. Pueden “alimentarlos”, “acostarlos” o hablar con ellos.
Turnos simples: Aunque todavía no comprenden del todo el concepto de “esperar turno”, juegos como lanzar una pelota y recibirla pueden introducir esta noción social.
Consejos para aprovechar al máximo el tiempo de juego
Sigue su iniciativa. Observa qué le interesa y acompáñalo en ese juego, guiando con preguntas, descripciones o imitaciones.
No sobrecorrijas. Si dice “tato” en lugar de “zapato”, puedes repetir la palabra correcta sin necesidad de señalar su error.
Integra el juego a las rutinas diarias. A la hora del baño, en la cocina o mientras se viste, siempre hay oportunidades para hablar, nombrar objetos y fomentar la autonomía.
Repite. A esta edad, los niños aprenden a través de la repetición constante. Jugar al mismo juego una y otra vez refuerza conexiones neuronales esenciales.
El rol del adulto: acompañar, observar y estimular
En Caparra Speech Clinic, creemos que los adultos juegan un papel esencial como modelos de lenguaje, comportamiento y emoción. Estimular a tu hijo no significa imponerle actividades, sino estar presente, responder a sus señales y enriquecer lo que ya está explorando. A través de juegos simples, puedes contribuir significativamente a su desarrollo del lenguaje, su capacidad de concentración y su bienestar emocional.
Recordemos que cada niño tiene su propio ritmo. Lo más importante es observar sus intereses, validar sus logros y estar allí para celebrar cada pequeño gran paso.
¿Necesitas orientación personalizada?
Si tienes dudas sobre cómo estimular a tu hijo, sientes que su desarrollo no va al ritmo esperado o simplemente deseas acompañarlo de la mejor manera posible, en Caparra Speech Clinic ofrecemos:
Orientaciones para padres y cuidadores.
Terapias individualizadas de habla, lenguaje, alimentación y educativas.
Evaluaciones en intervención temprana.
Programas intensivos durante el año escolar y el verano.
Estamos aquí para ayudarte a descubrir el potencial de tu hijo desde el juego, con amor y con herramientas basadas en la ciencia del desarrollo infantil.